El diseño y la construcción de depósitos de hormigón vistas (para agua potable, piscinas o plantas de tratamiento) exigen la máxima estanqueidad para garantizar la seguridad, la funcionalidad y, sobre todo, la durabilidad. Estos depósitos no solo deben contener el líquido, resistiendo la presión hidrostática positiva, sino que deben protegerse de la presión negativa y de los agentes químicos agresivos. La solución más avanzada y permanente se logra integrando la reestructuración molecular del hormigón desde la fase de proyecto.
Depósitos de Hormigón: Garantía de Estanqueidad y Protección contra Presión Hidrostática y Química
Un depósito de hormigón requiere una solución de impermeabilización que sea intrínseca y resistente a las condiciones extremas. Los sistemas tradicionales de recubrimiento superficial son vulnerables al desgaste o al fallo por movimiento estructural, abriendo paso a graves patologías.
La alternativa integral es el uso de aditivos por cristalización, que inducen la reestructuración molecular del hormigón:
- Estanqueidad en Masa: El aditivo reacciona químicamente con los componentes del cemento, creando cristales insolubles que crecen y bloquean físicamente la red de capilares. Esto convierte la matriz del hormigón en un material estanco en sí mismo.
- Doble Resistencia: Esta tecnología ofrece protección contra la presión hidrostática tanto positiva (desde el interior del depósito) como negativa (desde el subsuelo), algo difícil de lograr con membranas convencionales.
- Protección Química: Al reducir drásticamente la permeabilidad, se impide la entrada de sustancias químicas (cloruros, sulfatos) presentes en el agua o en el terreno, garantizando la durabilidad y la protección de la armadura frente a la corrosión.
El diseño constructivo que incorpora esta impermeabilización activa asegura que el depósito será resistente a largo plazo y reducirá drásticamente los costes de mantenimiento.
Diseño Constructivo y Fisuración: Gestión de Juntas y Puntos Críticos en Depósitos
A pesar de utilizar un hormigón estanco de baja permeabilidad ($\text{a/c}$), los puntos débiles de cualquier depósito son las juntas de construcción y las fisuras por retracción. El diseño constructivo debe incluir estrategias de control de fisuración y sellado especializado:
- Juntas de Seguridad: Es imprescindible utilizar waterstops de PVC o perfiles hidroexpansivos en todas las juntas de hormigonado. Estos sistemas activos actúan como una barrera física de seguridad.
- El Autosellado como Antipatología: La ventaja fundamental de la reestructuración molecular es el autosellado activo de microfisuras (hasta $0,4 \text{ mm}$). Cuando una fisura menor aparece, el agua que intenta pasar reactiva los componentes cristalinos, cerrando el defecto de forma permanente y previniendo la patología antes de que progrese.
- Compatibilidad de Materiales: Para el acabado interior, si se requiere un revestimiento adicional (por ejemplo, cerámico o epoxi) es crucial asegurar la compatibilidad del sistema elegido con la superficie de hormigón tratada con aditivos cristalinos, que es altamente densa y baja en absorción.
Integrar un hormigón estanco molecularmente reestructurado garantiza que el cuerpo del depósito funcione como una barrera definitiva, mientras que la gestión precisa de las juntas asegura la estanqueidad total de la estructura.
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